Al Ecuador dale el Si.

Buenas noches a todo el mundo. Les escribo otra vez desde Chachapoyas, ciudad perdida en la región de Amazonas Perú. Llegamos aquí hace dos días y tuvimos que pararnos obligatoriamente por un derrumbe en la carretera, la cual, destapada, es inaccesible hasta mañana. Entonces me dije:- "Oye voy a escribir un post en español" para los panas y para mi prima que, con gran aprobación y placer, mi hizo saber que está estudiando español y por eso hace practica con mis escritos. Aprovecho para saludarla.

Esta bien, la ultima vez que les escribí acabábamos de entrar en ecuador. Lamentablemente, ya salimos. Duramos 18 días y rápido les voy a decir que vuelta dimos: después de comprar unos recuerdos en el famoso mercado artesanal de Otavalo y comer unos platos típicos, fuimos a Quito para encontrarnos con María del Cisne pero al final resultó difícil comunicarnos con ella y no pudimos vernos en Quito. Lastima, porque me hubiera gustado conocerla.  Quito es una ciudad hermosa con el centro histórico más bonito de todas las capitales latinoamericanas visto hasta a ahora. Pero no guarda nada de su pasado Inca porque el Rey Atahualpa prefirió quemar toda la ciudad en lugar de permitir a los españoles de ocuparla. Desde allá fuimos a ver la laguna verde de Quilotoa, ubicada en el cráter de un volcán activo a 3800 metros con 200 personas indígenas (que hablan Quichua) organizadas en comunidad para manejar el turismo y su vida. A pesar de las imágenes del Presidente Corea en las ventanas, las banderas verdes de su partido para darle el SI la constitución, aquí tienen reglas propias y no quieren a la policía. Juzgan según tradición indígena y se agarran un ladrón ante del juicio lo ponen 4 días bajo tierra  y después lo azotan, peor pasa si agarran un asesino porque lo queman.
Con 4 horas de camino fuimos a un pueblo perdido que se llama Chugchillan donde pudimos comer cuy y ver como se celebra el día de los muertos con las ofrendas de comida en las tumbas de los difuntos. Con un largo viaje de 7 horas y media (nada comparado al Venezuela, pero el ecuador es muy pequeño y nos acostumbramos a viajes cortos) llegamos a Baños, donde durante 3 días pudimos calentar nuestra piel y huesos en las aguas termales de la ciudad que llegan hasta los 42 grados, aprovechando el asombroso alrededor de cascadas naturales. Paradójicamente, solo en Baños logramos comunicarnos con Maria del Cisne, la cual nos dijo que no había problema para quedarnos en su casa en Cuenca, pero el único problema era que ella tenia que trabajar en Quito el día siguiente y estaba a punto de salir de la ciudad. Por lo tanto no pudo estar allá con nosotros y fuimos hospedados en su casa por su mama y sus hermanos que se portaron con nosotros como si fuéramos amigos de una vida. Muchísima gracias;) que dios se los multiplique. Además Cuenca es súper chévere. Una ciudad bien bonita con un centro colonial limpio y lleno de edificios coloniales asombrosos, un río donde la gente va a lavar y secar su ropa al sol, una iglesia "catedral" espectacular y, mas que todo, a dos horas de la ciudad queda el resto arqueológico Inca mas importante del país: Inga pirca. Merece una visita. Bellísimo.
Salimos de Cuenca para terminar nuestra estadía en Ecuador con un par de días de relax en un valle de la eterna juventud. El pueblito se llama Vilcabamba, y está cerca de Loja. Un pequeño pueblo con gente ultra centenaria con hotel que brindan servicios de Spa  para todos bolsillos. Es inútil decir que pasamos los dos días entre jacuzzi, sauna y ping pong. Así, cuando nos sentimos bastante mimados por el calor del agua y las burbujas de la jacuzzi, decidimos afrontar el largo viaje hasta Perú y despedirnos de otro país hermoso lleno de colores y de sonrisas sinceras.

Por la noche agarramos un bus desde Loja con destino a Piura, primera ciudad de Perú. En bus, yo soñaba con el buscama o, más bien, bus poltrona de Flamingo, con su aire acondicionado y sus películas. En ecuador no hay la misma calidad de buses. Se viaja  todo apretado sin aire y se ven puro películas de Van Dame! Pero sale mucho mas barato.  
Cruzamos la frontera a las 4 de la mañana bajo una luna llena asombrosa. No había otro ruido sino lo del rió que separa los dos países. La frontera entre Ecuador y Perú es un puente con dos carteles. El primero, del ministerio de turismo ecuatoriano, decía "gracias por visitarnos" y el segundo, 30 metros mas allá, dentro una grande bandera peruana nos acogía con un"bienvenidos al Perú.

El viaje fue mas largo de lo que tenia que ser y tuvimos que esperar una hora frente la orilla de un rió, crecido por la lluvia, para poderlo cruzar con el bus, dado que el punte al lado estaba en reconstrucción.
Al final llegamos en Perú con ojos abiertos para agarrar las diferencias y todo lo que se pueda  sin tener algunas expectativas. Si tengo que elegir una palabra para describir lo que probé al ingresar en Perú cojo "Arena". Estaba por todo lado. De hecho el norte del Perú es prácticamente un desierto, bajo un cielo azul inmenso, pero ya ahora estamos mas al este en la selva por lo tanto creo que el escenario de la panamericana peruana será bástate rico y vario.

Ya les diré con mas tiempo

Hasta lueguito...